martes, 1 de diciembre de 2009

Culpar

Aunque los otros tengan defectos,
Concéntrate en los propios.

Algunas personas tienen el hábito de culpar a otros. Tal vez todos tengamos esta debilidad. La lista de chivos expiatorios para nuestras miserias es ingeniosa e interminable. Los padres, la comunidad, los maestros, el gobierno e incluso demonios y dioses son todos invocados cuando tenemos problemas. Si las dificultades verdaderamente vienen de fuera, el problema no es el culpar. En esos casos, el curso de acción es muy claro: Neutralizar esa influencia. Si el problema viene de dentro, la solución también tiene que venir de adentro. Antes de que culpes a los amigos, parientes, o maestros por malos hábitos y falta de visión, deberías recordar que no hay que culpar a nadie sino a ti mismo.

Es igualmente un error el perder autoestima simplemente porque tienes algunos defectos. Ver tus deficiencias y tomar medidas para eliminarlas debería ser visto como un proyecto desapasionado. No eres despreciable porque asumes la tarea de elevarte sobre tus defectos. Esa descripción es sólo para quienes nunca intentan perfeccionarse a sí mismos. Todos tenemos un núcleo perfecto, un yo especial dentro. Esa pureza es perfecta y sagrada; por lo tanto, nadie es peor que otro.

Todos estamos en este planeta simplemente para volver a alcanzar ese yo puro. Cuando alcanzamos ese espíritu, no hay defectos y no hay culpa.

lunes, 30 de noviembre de 2009

Dormir




Dormir es como un tren rápido
Sumergiéndose en largos túneles negros,
Rebanando el día con luces rojas y negras.
Sin preocuparse por el esqueleto maquinista.
La cabeza a la almohada es como de cabeza a la pista,
Escuchando el retumbar del destino,
Sabiendo que la apertura llegará.
Al dormir, como en los túneles,
Los sonidos parecen aún más cercanos.

Algunos insisten en que el mundo como lo conoces deja de existir cuando duermes. El mundo existe porque algo dentro de ti afirma que es así. Cuando estás despierto, ¿ya no estás soñando entonces? ¿O sólo estás soñando otro sueño?

Irse a dormir requiere soltar. Como cualquier insomne te dirá, no puede ser forzado. Pero así identificamos control con estar despierto, ¿es posible que el aspecto incontrolado del dormir sea igualmente una realidad?

Dormir parece tan real, y entonces despertamos. La vida despiertos parece tan real, y sin embargo necesitamos soltarnos de ella todos los días. Este extraño contraste es uno que quienes siguen el Tao contemplan continuamente. Si la vida es meramente cambiar de un sueño a otro, ellos constantemente preguntan: ¿Qué es lo verdaderamente real?

domingo, 29 de noviembre de 2009

Realidad


Lo real
Es sólo real
En un lugar
y en un momento.

Cuando uno escucha ladrar a un perro, uno podría imaginar emoción, dolor, reacción, ansiedad, auto identificación, pero en realidad no hay nada allí -sólo el sonido de un largo y profundo corredor, canalizado por la nada y desvaneciéndose en la nada otra vez.

Como ese perro, puede que todos nos esforcemos, pero verdaderamente no hay nada que hacer. Si miramos profundamente en nuestras vidas, hay sólo un delgado barniz de significado auto generado sobre un inmenso océano de nada.

Lo que hacemos sólo tiene sentido en el aquí y ahora. No permanecerá en el próximo instante. Solo haz lo que puedas por el presente, y deja que todo lo demás pase naturalmente. Trabaja. Lava. Medita. Come. Estudia. Orina. Duerme. Ejercita. Habla. Escucha. Toca. Muere cada noche. Nace otra vez cada mañana.

sábado, 28 de noviembre de 2009

Intuición


El halcón no piensa durante la caza.
No se preocupa por la teoría o por la ética.
Todo lo que hace es natural.

Los animales viven vidas simples cercanas al Tao. No necesitan pensar o razonar: Nunca dudan de sí mismos. Cuando tienen hambre, comen. Cuando están cansados, duermen. Responden a los ciclos del día acorde a su intuición. Se emparejan en la estación adecuada, y nutren a sus pequeños acorde a su propio entendimiento. Cuando mueren, caen bajo los dientes de los depredadores o ante el desapasionado cambiar de las estaciones.

En contraste, nosotros como seres humanos nos separamos de la norma natural, y nos preocupamos sobre la acción ética. Los extremos de comportamiento se han vuelto más variados, cubriendo toda la gama desde el sádico hasta el moralista. El Tao considera todo esto artificial y antinatural. ¿Por qué divorciarnos de la naturaleza?

El seguidor del Tao prefiere vivir completamente en concierto con el Tao, evitando la interferencia de la teoría y el pensamiento excesivo. Aunque primero debemos aprender rigurosamente habilidades y ética, uno debe llegar a encarnarlas tan completamente que se vuelvan subconscientes. Reaccionar a una situación preguntando qué está bien y que está mal es ya demasiado lento. Uno debe hacer intuitivamente lo que es correcto. No debería haber presagios de un acto, ni dudas acerca de uno mismo.

viernes, 27 de noviembre de 2009

Vistas




El mar rojo a través del entramado de pino.
Las islas se arrodillan como vasallos ante el cabo.
Nubes de lluvia se enganchan en la cadena costera.
La milenrama se alza espectral en el haz del luz del faro.

Es difícil asimilar al mismo tiempo todos los detalles de un paisaje. Nuestros ojos pueden enfocarse sólo en un punto a la vez. Miramos cerca, luego miramos lejos. Miramos a la izquierda, luego miramos a la derecha. Nuestra visión de cualquier asunto, si este es grande, no es nunca completo sino que es una imagen compuesta en nuestras mentes. Lo mismo es cierto respecto de nuestra aproximación al Tao.

El Tao es continuo, fluido y cambiante, pero no hay un conocerlo de un sola mirada. Nos apoyamos en imágenes que formamos en nosotros mismos. Para un principiante, los atisbos del Tao serán aleatorios y efímeros. Darás con él de vez en cuando, o lo verás en el breve espacio entre eventos. Para el practicante maduro, la vista compuesta vendrá del entrenamiento, la técnica, la investigación y la experiencia del auto cultivo. Pero incluso después de años, es imposible asimilarlo en su totalidad.

Hay una manera de conocer el Tao directa y completamente. Requiere del despertar de la propia fuerza espiritual. Cuando esto sucede, la espiritualidad se manifiesta como una luz brillante. Tu mente se expande en una presencia incandescente. Como un faro, esta baliza de energía se vuelve iluminación y ojo al mismo tiempo. Significativamente, no obstante, lo que muestre, también lo conoce directamente. Es la luz que ve.

jueves, 26 de noviembre de 2009

Traducción



Coloca la palabra Tao
En tu corazón.
No uses otras palabras.

¿Por qué tantas personas buscan religiones extranjeras? ¿Por qué tantas de nuestras filosofías son traducciones de otros idiomas? Desde luego que somos todos seres humanos, con corazones y mentes, dos manos y dos piernas. Cada uno de nosotros necesita espiritualidad, ¿pero por qué debemos buscar siempre en el extranjero?

La gente que investiga el Tao pregunta si tienen que ser chinos para beneficiarse de él. Es verdad que parte del estudio del Tao es estrictamente chino. También es verdad que ese Taoísmo nunca ha sido exportado -a diferencia del Budismo, el Islamismo, el Hinduismo, el Cristianismo o el Judaísmo- y no ha sido nunca predicado más allá de la Cinco Montañas Sagradas de China. Es elitista, para protegerse de burdos no creyentes. Pero ese Taoísmo no es el que tú necesitas.

El verdadero Tao no tiene nacionalidad, ni religión. Está mucho más allá de las concepciones de incluso el más brillante ser humano, por lo que no puede ser de propiedad de una raza o una cultura. La necesidad de entender el Tao es universal; sólo que la gente le da diferentes nombres en sus lenguas nativas. El Tao es la propia esencia de la vida misma, así que quienes están vivos siempre tienen la posibilidad de conocer el Tao. Está para ser encontrado en el aquí y ahora, y está al alcance de cualquier buscador sincero.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Sumisión

Lluvia fuera de temporada
Salpica las coronas de árboles principescos.
Los perplejos viajeros cuestionan las razones,
Acurrucándose bajo gastados aleros.

Aquellos que siguen el Tao le dan mucha importancia a conocer y actuar en conformidad con los ciclos de la naturaleza. Han hecho una ciencia de estudiar la manera exacta en que progresan los eventos. Algunos se han vuelto tan hábiles que sus vidas son admiradas como casi mágicas. Sin embargo cuando las cosas pasan fuera de turno, incluso estos sabios son sorprendidos.

Tal es el caso de una lluvia fuera de temporada. Se supone que sea verano caluroso, pero es un día como en medio del invierno. ¿Qué se puede hacer sino aceptarlo? Seguir los ciclos no significa que puedes esperar que las cosas ocurran con precisión y regularidad. La forma real en que se desarrollan las circunstancias siempre permanecerá más allá de la completa regimentación. La naturaleza no actúa acorde a las teorías humanas. Más bien, nuestras ciencias son imperfectas al analizar la naturaleza.

El seguidor del Tao es siempre flexible y adaptable a las circunstancias. Incluso si hay deseo personal de hacer algo y se han hecho preparaciones en anticipación, el seguidor debe no obstante inclinarse ante la naturaleza. El saber cómo hacer a un lado las prioridades personales para cumplir con las demandas del momento está entre la mayor de las habilidades.