lunes, 31 de agosto de 2009

Celibato


En el invierno, los animales no se aparean.
Preserva tu Tao
Al preservar tu esencia.

Seguimos el Tao del universo con gran esfuerzo, pero el Tao también está dentro nuestro. No es algo abstracto, algo conceptual. Nuestro Tao personal es nuestra fuerza de vida misma. Esta energía comienza con lo físico y se extiende en lo espiritual.

La fuente de esta energía es en parte química: nuestras hormonas, la nutrición de los alimentos, y la genética. Lo que sea que tengamos de espiritual surge de estas sustancias. Los seguidores del Tao le llaman a esto la esencia. La preservación de esta esencia a través de la conservación sexual es crucial. Esto no significa la supresión de la sexualidad, porque el impulso de hacer el amor es natural e irreprimible; significa armonizar la sexualidad con la espiritualidad.

Los seguidores del Tao hacen el amor acorde a las estaciones. En invierno, debería ser menos o nada de nada; en primavera, puede ser a su mayor frecuencia. Los jóvenes deberían restringirse a aproximadamente una vez cada tres días, mientras que los de mediana edad deberían reducirlo a una vez por semana, y los ancianos incluso menos que eso. El secreto es no satisfacerse demasiado, sin matar del todo la propia sexualidad. La excesiva indulgencia es un desperdicio de los propios recursos. La supresión mata al cuerpo en sus niveles más básicos. Encuentra el equilibrio adecuado, y tendrás una vida feliz y una espiritualidad completa.

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