martes, 18 de agosto de 2009

Conocimiento

La vida es
Belleza,
Terror,
Conocimiento.

Una parte crucial de seguir el Tao es buscar conocimiento. Todos los esfuerzos del auto cultivo están dirigidos a hacernos un vehículo adecuado para esa búsqueda. A veces lo que aprendemos no es placentero. Con el aprendizaje, vislumbramos la vida como realmente es, y eso es difícil de sobrellevar. Es por eso que el progreso espiritual es lento: no porque nadie nos diga los secretos, sino porque nosotros mismos debemos superar miedos y sentimientos antes de poder captarlos.

Hay un instinto de terror en toda vida. Es el sufrir, es el daño. Muy dentro de todos nosotros hay intensos miedos que han dejado a pocos de nosotros enteros. Los terrores de la vida nos persiguen, nos atacan, nos dejan feos cortes. Para amortiguarlos, hacemos incapié en la belleza, coleccionamos cosas, nos enamoramos, tratamos desesperadamente de hacer algo duradero en nuestras vidas. Tomamos la belleza como lo único que vale la pena en esta existencia, pero ella no puede velar la maldición, la violencia y la injusticia.

Sólo el conocimiento extirpa este miedo. Si se nos mostrara toda la verdad, no podríamos soportarla. Tanto los detalles encantadores como los horribles nos hacen humanos, y cuando el conocimiento amenaza con mostrarnos todas nuestras necedades, podríamos darnos cuenta que aún no estamos listos para dejarlas detrás. Entonces el velo se cierra otra vez, y nos sentamos meditando ante él, tratando de prepararnos para el momento cuando nos atrevamos a descorrer la cortina por completo.

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